- Contexto. En la discapacidad infantil todo es global. Las actuaciones que llevemos a cabo, afectarán al niño en su estado de ánimo, en su inteligencia, en lo que percibe y en lo que se mueve. Cuando hablamos de contexto nos referimos al espacio, los objetos, los estimulos sensoriales (visuales, auditivos y tactiles principalmente), nuestra actitutd (cariñosa, seria, respetuosa, impositiva), el momento del día en el que nos planteamos una actividad... O sea, todo aquello que podemos modificar para conseguir nuestro objetivo.
- Facilitación. En el Centro de Formación de Práctica Psicomotriz de Bernard Aucouturier comentaban algo que me he repetido muchas veces: "los niños aprenden a moverse a pesar de sus fisioterapeutas". No es sólo que a veces no sea trascendente lo que los profesionales hacemos con el niño, sino que en ocasiones le perjudicamos. Por esto, cada vez soy más consciente que es mejor no hacer y observar, que actuar y hacerlo mal. La facilitación consiste en crear un contexto (volviendo al concepto anterior) que permita al niño conseguir sus objetivos (que normalmente forman parte de nuestro programa: ponerse de pie, desplazarse, alcanzar algo) cuando a él le parezca y le surja la inquietud.
- Desarrollo motriz. Como he dicho en alguna ocasión anterior, el movimiento por si mismo no tiene sentido madurativo.Cobra importancia cuando tiene una intención, le ayuda a ser más independiente, está englobado en un juego o le permita una mayor calidad de vida.

Representan la oportunidad de hacer movimientos con el cuerpo con seguridad, sin imponerles lo que tienen que hacer en cada momento, de forma autónoma y en la que el niño asume el rol de director de la acción: planifica, prepara y ejecuta lo que quiere hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario