miércoles, 28 de septiembre de 2011

Psicomotricidad en el ámbito de la fisioterapia

La psicomotricidad es una de esas disciplinas que no tienen una titulación universitaria vinculada y que se desarrollan hacia el estilo que cada uno le quiera dar dentro de su profesión.
En concreto, relacionándola con la fisioterapia, mi opinión es que se trata de un recurso imprescindible para lograr pasar de un movimiento sin objetivos claros a un movimiento funcional, complejo y programado.
Las sesiones de psicomotricidad que realizamos en el centro constan de una serie de factores generales:
  • Preparar el espacio de antemano para que no haya riesgos (elementos contundentes como radiadores sin proteger, objetos de madera que puedan lanzarse, ventanas abiertas...) y así poder dejar experimentar a los niños con seguridad pero sin tener que advertirles de nada (lo que coarta su libertad motriz).
  • Que se sienten nada más entrar y se descalcen (o les descalzamos, según el niño) para que experimenten sensorialmente con las plantas de los pies y adquieran intuitivamente la idea de que es una actividad en la que pueden hacer lo que quieran sin restricciones.
  • Que sientan placer corporal. En muchos casos de discapacidad, el cuerpo es una fuente de molestias o un elemento que no transmite nada, y nos proponemos mediante la psicomotricidad cambiar esto hacia situaciones de placer mediante columpios, arrastres, toboganes o juegos con telas.
  • Un espacio para el juego simbólico. El movimiento (tanto el grueso como el fino) adquiere su mayor destreza al formar parte de actividades simbólicas (como la danza o el dibujo), así que preparamos una parte del espacio para fomentar y potenciar el juego simbólico con elementos cotidianos (cocinitas, casas de tela o animales de juguete).

En definitiva, se trata de un de las actividades más satisfactorias de las que participo en el centro.

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